ETIQUETAS

A mí, en principio y a día de hoy, no me molesta nada lo de las etiquetas. De hecho, y desde siempre, la gente que viste de etiqueta es gente que viste muy elegante.

Y no me molesta porque necesitamos definir los géneros de las cosas; lo categorizamos todos, porque somos así los humanos. Y tampoco me molesta porque la verdad es que están bastante bien para que la gente pueda saber por dónde van los tiros, y cuando etiquetamos música o cualquier otro tipo de artes y cosas, sabes dónde encajarlo y si algo tiene, al menos, una posibilidad de gustarte o no. Por ejemplo, la etiqueta «Grindcore» a mí me basta para saber que tengo que salir huyendo. Sin acritud, pero huyendo.

Pero no sabéis lo difícil que es etiquetarse a uno mismo, porque, además, hay dos grandes géneros en el mundo que son un poco saco roto, o saco sin fondo, más bien, en el que cabe todo.

POP Y ROCK
ROCK Y POP

Y pop son Papá Topo, Britney Spears, La Oreja de Van Gogh, The Beatles, Beck, Lori Meyers, Elastica o el 85% de los grupos suecos.
Y rock son Pereza, Queens of the Stone Age, Pixies, The Clash, PJ Harvey, The White Stripes o Led Zeppelin.
Y con este panorama, ya me diréis.

Cuando abrí myspace, cuando tuve que poner por primera vez etiquetas a la música que hacía, lo primero que se me vino a la cabeza fue «indie-folk-metal» y, bueno, era una coña, claro, pero luego me di cuenta que nadie tiene por qué saber que estoy de guasa, y que lo de FOLK realmente llevaba a error. Y la verdad es que de folk hemos tenido lo mismo que de metal, o sea, nada.

Y a pesar de todo esto, no ha sido hasta hoy mismo cuando me he decidido a cambiar de una vez las etiquetas. Y entonces me ha entrado el pánico y no he sabido qué poner… y bueno, lo he dejado en rock-pop. Porque no me atrevo a poner sólo rock y porque definitivamente no somos sólo pop. Me parece que tampoco somos indies, porque aquí eso tiene una connotación un poco más popera (popera-gafapastilla, no sé si me explico) y, bueno, a lo mejor somos grunges, pero suena un poco antiguo y además nos faltan el descontento vital y los solos de guitarran. No somos nada shoegaze, a pesar de que yo mire casi todo el rato hacia la guitarra o al suelo. Y bueno, estoy casi segura de que no somos punk, aunque si pienso en los Ramones, podríamos estar un poco ahí. Y creo que tampoco somos garage, aunque la etiqueta mola lo suficiente como para intentar serlo.

Dicen por ahí que sonamos un poco como Elastica y otro poco como Queens Of The Stone Age. Así que a lo mejor podemos ser Prock, o Rop. O Brit-Rock. O Brit-Grunge. O Prunk. O Prock-Grunk. O Garagunk. O Rockarage.

Me voy a la cama.